Entre las inmensidades del universo, los paisajes de la tierra alimentan el alma y el cuerpo. Pero los del cielo fortalecen el espíritu y dan vida a los sueños, pues el contraste de colores, que con una sola mirada se pueden ver, iluminan la existencia. Es el camino a la eternidad que se muestra como la antesala al más allá y podría ser la ruta al paraíso. Dan ganas de caminar por esas nubes de piedra y ver a dónde conducen.
Puede ser el sendero que al final de sus días tendrán que recorrer los hombres, la dirección obligada de todos los habitantes de la tierra y el rumbo de los mejores. Para llegar a esta senda celestial solo basta con ser bueno y trabajar, para plasmar la rectitud de los actos en el libro de la vida, que será abierto después de la muerte. El horizonte del universo.
Ahora puede consultar los audios de las bitácoras de la Ruta del Azzimut.Visite >> http://azzimut.castpost.com