No se sabe a dónde puede llevar esta entrada, pero sí se alcanza a vislumbrar un universo lleno de muchas complicaciones, una realidad que algunos, en ciertos momentos, quisieran olvidar o simplemente, no tener que vivirla. Solo pasarla por encima y dejar que el tiempo surta su efecto, para que en unos años las cosas vuelvan a estar tranquilas.
Al ver la realidad desde este marco alado, habilitado por el hombre, me pasan innumerables pensamientos,
muchos momentos que he vivido y que me toca vivirlos. Unos agradables y otros no tanto, como el que estoy pasando. La única salida es aferrarse fuertemente al
Creador, para que mientras pasa la tormenta,no acabe con todo. En momentos tristes hay que ser fuertes, sonreír, ver lo bueno de las cosas y seguir viviendo.
En los momentos tristes hay que ser
sabios, para no lastimar a los demás. En los momentos tristes hay que ser
nobles, para no complicar las cosas. En los momentos tristes pensar bien las cosas, pues
siempre se puede buscar una salida y no abandonar el barco. En los momentos tristes hay que ser racional, en los momentos tristes hay que ser justos, en los momentos tristes hay que ser tolerantes, en los momentos tristes
hay que tener armadura de plomo y no corazón de piedra, en los momentos tristes hay que escuchar los buenos consejos. En los momentos tristes se entristece el alma, pero se debe alegrar y cuidar el cuerpo.
En los momentos tristes... todo puede pasar.
“Yo no soy Dios para perdonar, pero soy hombre para no olvidar”
Rubén Blades