Las manos del hombre siempre han tenido la fuerza de la creacion. Desde el momento en que Dios le dio la vida se encargo de construir las cosas, para que le ayudaran a ser mejor.
Por los caminos de Colombia, los visitantes tienen la posibilidad de llevar consigo unos recuerdos que pasaran a la inmortalidad y que se convertiran en difusores de momentos inolvidables. Momentos que en alguna etapa de sus vidas marcaran el punto para contar una historia. Un punto que da la posibilidad de trasladarse al sitio exacto donde se adquirio la reliquia, por unos pesos.
Las arpas, las garzas blancas y los ponchos, entre otros, forman parte del abanico artesanal de opciones, que con su belleza silenciosa cautivan a los turistas para que se convenzan de llevarse un pedacito de la tierra, mi tierra, en la que los hombres, con sus manos, forjan el presente y el futuro, en una realidad que no se escapa de cotidianidad.
Son hombres que viven para crear, que sin importar lo que suceda a su alrededor son multiplicadores de tradición.
excelente blog tocayo !!!
ResponderBorrarsaludos
a.g.