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07 noviembre 2006

La Ermita de Cali: 420 años de tradición y fe

La iglesia de la Ermita en Cali es considerada como un orgullo por los habitantes de esta ciudad, junto con la salsa, el manjar blanco y la feria, entre otros. Este templo de la fe ha sobrevivido a múltiples “achaques”. Desde su construcción ha pasado por varias remodelaciones y hasta fue víctima de un temblor que la llevó a cambiar su imagen, reconocida hoy por su imponente estilo gótico, caracterizado por la luz y la altura.

En el paso obligado por la Avenida Colombia y sus alrededores, el visitante se encuentra con una majestuosa construcción que junto con sus minuciosos detalles y una iluminación que la hace sublime, le revelan la importancia que tiene este atractivo turístico de los caleños.

Como en muchas ciudades de Colombia, junto con las iglesias se levanta un centro de comercio, que por las condiciones socio-económicas de sus pobladores es un lugar obligado para conseguir el sustento diario.

Al mismo tiempo que en la Ermita se busca un encuentro con Dios, una visita turística obligada o quizá una fotografía para la posteridad, también se puede probar un apetitoso “cholao”, mezcla de hielo raspado, frutas, helado y agua saborizada. (ingredientes que pueden variar, de acuerdo con la región y con el vendedor).

Definitivamente, tener el privilegio de estar frente a esta imponente obra, fruto del trabajo del hombre hecha en honor al Creador, es un momento sublime, pues se convierte en un pasaporte a una dimensión llena de acabados, texturas, luces, espiritualidad, comercio y fe.

Este sello especial que deja Cali y la Ermita en sus visitantes representa la gratitud de una ciudad alegre, devota y rumbera para con los miles de turistas que se llevan un pedazo de su tierra a sus casas en el resto del mundo.





1 comentario:

  1. Anónimo8:28 p.m.

    me gustaria saber a finales de 1800 quien toco el organo en la ermita

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